Por Darío Fiori para SOY Deportes
A partir de las 15:30, Colón asumirá este domingo un importante compromiso cuando visite a Defensa y Justicia en el estadio Norberto Tomaghello de Florencio Varela. El Sabalero intentará cosechar su segundo éxito al hilo en el certamen doméstico, algo que no pudo lograr, aunque es cierto que no pierde desde la llegada de Gorosito. Hace 11 partidos que no pierde.
En este informe de SD, queremos señalar los puntos fuertes y débiles del Colón de Néstor Gorosito. Llegó en el peor momento del club, en el fondo, sin ganar desde hace seis meses. En primer lugar, eligió reconstruir el equipo de atrás para adelante. Con una línea de tres defensores, armó una defensa sólida y compacta. De este modo, mejoró físicamente al equipo y envió al campo al mejor jugador del momento. Logró objetivos a corto plazo. Volvió a ganar en La Bombonera con Colón después de 17 años. Logró un nuevo triunfo en casa después de seis meses. Hace unos días se clasificó a la siguiente ronda de la Copa Argentina.
Uno de sus fuertes es la solidez defensiva: en diez partidos dirigidos, apostó por una línea de tres defensores más el aporte de los laterales ofensivos (Meza por derecha y Álvarez por izquierda). El equipo logró mantener su arco invicto en varias ocasiones gracias a una buena organización defensiva y una presión alta que dificulta la salida del rival de su propia área. Mantuvo su arco en cero ante Gimnasia, Atlético Tucumán y Colegiales. Aprobado.
Néstor Gorosito empezó a encontrar el equipo y a recuperar jugadores que estaban en un muy mal momento físico y futbolístico. Y no sólo son claves por su condición futbolístico, sino también porque los dirigentes de entonces hicieron un gran esfuerzo econímico para contratarlos, invirtiendo una gran suma en dólares para lograr la firma de Perlaza. Lo mismo se hizo con Ábila, quién aún existe una gran deuda con Boca.
En los últimos partidos, antes de Vélez, Julián Chicco logró afianzarse como titular y aportar a la recuperación futbolística del equipo. Ante Talleres (2-2), estuvo rápido para presionar en la mitad de la cancha, sin tener rendimientos superlativos. Distinto era el caso de Juan Pablo Álvarez, que estaba totalmente en las sombras cuando llegó Pipo y lo convirtió en un jugador regular. Incluso fue figura en La Bombonera hace algunas semanas atrás.
También se destacó la resurreción de Santiago Pierotti. Le encontró otro lugar en el equipo. Está siendo más decisivo en los metros finales y hasta llega al gol. Como lo hizo ante Independiente en Avellaneda, Talleres en Santa Fe y Colegiales en San Nicolás. En el bloque defensivo, tanto Garcés y Goltz aportaron a la levantada. Hubo un antes y un después luego del blooper vs Independiente. El ex Boca juega con mucha solvencia y aplomo. Bien ubicado. No arriesga como antes. Lo mismo con Delgado y Eric Meza.
A pesar de no tener un juego de posesión como le gusta a Pipo, el Sabalero es efectivo en ataque y capitaliza las oportunidades de gol. Frente a Vélez y Colegiales fue el claro ejemplo. La mitad de la cancha es muy dinámica, por eso el buen manejo de las transiciones es otra de los puntos altos. Pasa de ataque a defensa muy rápido, lo que les permite sorprender al rival y generar peligro.
Las bandas son muy utilizadas por el equipo para generar peligro, tanto en ataque como en defensa. Los laterales se proyectan constantemente y los internos suelen pisar el área con criterio.
Variabilidad táctica: Gorosito ha demostrado capacidad para adaptar el sistema táctico del equipo según las circunstancias del partido y las características del rival.
Intensidad en el sector central: Con los cinco volantes en el centro del campo, pretende poblar la mitad de la cancha para recuperar el balón y contraatacar con rapidez. De esta forma marcó tres de los últimos cuatro goles sabaleros.
Su mayor defecto es la dependencia de algunos jugadores clave. A veces, el equipo puede depender demasiado de algunos jugadores clave para generar ocasiones de gol o mantener la solidez defensiva. Si estos jugadores no están en su mejor momento o no pueden participar en un partido por algún motivo, el rendimiento del equipo puede resentirse. Es el caso de Pierotti, aunque hay que darle la razón al DT ya que estaba justo en la posición de delantero, pasando a jugar en los metros finales y no situado por la banda derecha de un lado a otro. O de Wanchope (participó en 8 de los 12 goles del sabalero).
Falta de recambio en el banco de suplentes: es cierto que llegó a la entidad del Barrio Centenario a un equipo que no armó, en este equipo hay titulares y suplentes. Sin embargo, el número de suplentes es limitado. Esto puede ser un problema en partidos importantes, o cuando hay lesiones o suspensiones de jugadores clave.
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Fuente: SOY Deportes
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